lunes, 25 de julio de 2011

Retrato

Yo conocí una nena rubia con dos ojos azules del tamaño del sol; el dedo pulgar en su boca y una sabana sucia colgando de su mano derecha.
Cuando ella reía el mundo se ilusionaba y yo me iluminaba...
La recuerdo de cuclillas en la playa, devorando arena con la misma voracidad que Rebeca comía tortas de cal en Macondo.
Perdí la cuenta de las versiones de "Caperucita Roja" que creé en su honor y las veces que le cante para que durmiera la siesta...
Tenía una sonrisa vaga que siempre le rondaba la cara y la usaba como Aladino a su lámpara para cumplir todos sus deseos...
Cada vez que la sacaba a relucir sus ojos brillaban, alumbrándolo todo...
Esos mismos ojos se siguen abriendo grandes cada vez que algo le interesa o le parece increíble; y a veces me miran sin comprender del todo lo que quiero decir...
Esos mismos ojos de los que hoy me acordé...
Esos son los ojos de mi hermanita.

1 comentario:

Familiarizada dijo...

que retrato que has hecho. Cuanto amor. Y cuanta melancolía. Creativo que hayas encontrado en tu hermana el nexo, la conexión para hablar sobre tantos temas.
http://familiarizada.blogspot.com